Le dio la lección de su vida
Aseguró no conocer a Chávez, fue destruido por el mexicano y tuvo miedo de pedirle la revancha
Aunque aseguró desconocer quién era el ‘Gran Campeón Mexicano’, el sonorense le dio la paliza de su vida para que nunca más volviera a olvidar su nombre.Cuando Julio César Chávez vivía uno de los mejores momentos de su carrera, hubo varios boxeadores que intentaron menospreciarlo, ya que creían que podían ser mejores que el sonorense, pero esto no fue así. No obstante, uno de ellos aseguró no conocer al ídolo azteca, unas declaraciones que le costarían bastante caro, ya que fue destruido por el mexicano y hasta tuvo miedo de pedirle la revancha.
Dicho ex pugilista se trata de Rubén Castillo, quien tuvo la oportunidad de subirse al cuadrilátero con el ‘Gran Campeón Mexicano’ el 19 de abril de 1985, esto en el majestuoso recinto del Forum en Inglewood. Julio César Chávez venía de consagrarse campeón mundial de los pesos superpluma al derrotar a Mario ‘Azabache’ Martínez, por lo que era el favorito de toda la afición mexicana en aquellos años.
Por si fuera poco, Rubén Castillo lideró las casas de apuestas, ya que el californiano tenía más experiencia que Chávez, pues sumaba 64 victorias, 4 derrotas, 2 empates y 38 nocauts en sus registros, mientras que el ‘Sultán del Norte’ a penas alcanzaba una marca invicta de 43 triunfos, de las cuales 39 fueron por la vía del cloroformo.
Así fue como Rubén Castillo fue abatido por Julio César Chávez y tuvo miedo de pedirle la revancha
Es importante mencionar que Rubén Castillo ya había conocido años atrás el poder de los mexicanos, ya que el primero en vencerlo fue el legendario Salvador ‘Sal’ Sánchez. A pesar de ello, el ‘Chicano’ estaba convencido en que podía acabar con Julio César Chávez de manera fácil y sutil.
Para su mala suerte, la joven estrella le daría la paliza de su vida, ya que desde un inicio le empezó a conectar varios golpes contundentes al cuerpo que rápidamente le ocasionaron estragos. Fue así como en el sexto asalto lo noqueó para así llevarse la victoria.
Tras sufrir la ruptura de 2 de sus costillas, le propusieron la revancha, pero Castillo se negó a volver a pelear con Chávez, pues creía que sufría el mismo destino.