Conoce a Edgar “Chato” Ramírez, el mexicano que peleó en Arabia Saudita y que pocos hablan de él

Este sábado 21 de diciembre, en el Kingdom Arena de Arabia Saudita, se llevó a cabo una de las peleas más anheladas del año: la de Tyson Fury vs. Oleksandr Usyk, quienes tuvieron su revancha y por el que el ucraniano supo levantar nuevamente los brazos de victoria. Pero otro que se destaca es el mexicano Edgar “Chato” Ramírez, que también peleó en la velada y poco hablan de él. 

Originario de Ecatepec, Estado de México, y criado en Tepito, uno de los barrios más duros y peligrosos de la Ciudad de México, entrena en el Cloroformo Boxing Gym. El bullying que sufrió en su juventud lo impulsó a comenzar en el boxeo, una disciplina que se convirtió en su herramienta para superar esa adversidad. 

Actualmente, trabaja con su padre en un deshuesadero de autos, pero su verdadero objetivo sigue siendo "desmantelar" a sus rivales sobre el ring. Como él mismo afirma: "Voy siempre al frente, como buen mexicano".

Proveniente de una familia humilde, Ramírez se destacó como un prometedor boxeador amateur antes de dar el salto al profesionalismo en 2016. A sus 29 años, confía plenamente en que su carrera tiene un futuro brillante. 

Mientras que países como Japón y México, grandes potencias en el boxeo, suelen quedar al margen de los eventos de los pesos pesados, Edgar ha logrado abrirse un espacio en este competitivo mundo y no tiene intención de salir de él. 

El boxeador de Ecatepec tiene una destacada trayectoria internacional, habiendo disputado nueve de sus 12 combates en Estados Unidos. Además, cuenta con una sólida base en el ámbito amateur, siendo parte del equipo "Guerreros México", un grupo que peleaba en diversos rincones del mundo. Para coronar su éxito, recientemente logró conquistar el campeonato latino del WBC.

La decisión de los jueces y de la IA para Usyk vs Futy

En el combate entre Oleksandr Usyk y Tyson Fury, la puntuación de la Inteligencia Artificial contrastó con la de los jueces en ringside. Los oficiales vieron ganar al ucraniano por 116-112, mientras que la IA otorgó una victoria a Usyk por 118-110, aunque este veredicto no fue oficial.

Al ser consultado sobre la decisión de los jueces, Usyk fue tajante: "No soy juez, soy deportista, lo único que me importa es ganar". Por su parte, Tyson Fury, visiblemente molesto y con gestos de descontento al abandonar el ring, expresó que merecía la victoria, argumentando que debería haber ganado por al menos tres rounds de diferencia.