El gran problema de Ronda Rousey en su regreso a WWE

Ronda Rousey fue un respiro para el sector femenil de WWE, pero toda su calidad se queda dentro del cuadrilátero en un estilo de lucha más rudo poco común en la empresa de Vince de McMahon, el problema entonces radica más en su relación con la afición debajo del encordado. 

No hay que olvidar que una de las grandes características de WWE es la creación de historias, algo que gusta para la mayoría de sus aficionados pese a las críticas de aquellos que están en contra de la lucha libre bajo el argumento de la falta de veracidad en sus combates. Fuera de esta polémica, justo Ronda Rousey sufre cada vez que se intenta guionizar una historia. 

Desde el 2018 que Ronda Rousey pertenece a las filas de WWE luego de su paso exitoso como peleadora de artes marciales mixtas en UFC, deporte en el que aprendió a moverse a lo largo del octágono con técnicas como el judo, aspectos que fortalecieron estatus en la empresa de Vince McMahon porque trajo un profesionalismo distinto al visto durante años. 

Tampoco se puede de dejar de lado que con su estilo de lucha más rudo, Ronda Rousey destacó frente a luchadoras que en la mayoría de las ocasiones parecían super modelos con poses ya predeterminadas. No obstante, el punto débil de la hoy luchadora es su personaje. 

En más de una ocasión cuando le toca hablar frente a las cámaras o con el público, la luchadora de WWE lanza uno que otro murmullo, sin mucha emoción en cada uno de sus comentarios ya guionizados por los creativos de la empresa de lucha libre estadounidense. con un personaje que suele ser frío y calculador.

Este tipo de personalidades no son novedad en la empresa de Vince McMahon, pero en la mayoría de las ocasiones reciben el soporte de figuras más carismáticas que acompañan a los luchadores. Cosa que no es el caso de Ronda Rousey, quien enamora a sus fanáticos sólo con el hecho de estar dentro del cuadrilátero. 

El problema de la promoción entonces es el forzar de más a un personaje que se ve incómodo cada vez que intenta expresar un guión que poco a poco deja de sumar aficionados en un deporte que pierde credibilidad conforme pasan los años, pero que a su vez se nutre de las grandes estrellas que cada vez son menos en WWE. 

De todos modos, Ronda Rousey es una de las pocas figuras que justo le dan un poco de realismo a un producto que está en transición, así que en el momento en que se acabe de desenvolver en las cámaras, quizá le den más oportunidades de tener el cinturón de WWE por más tiempo del que ya lo tuvo en el pasado.