Ángel de Oro cuenta la dificultad de ya no portar su máscara en el CMLL

Ángel de Oro vive una segunda etapa como luchador profesional, ahora sin su preciada máscara. Si bien este es un paso que tenía que pasar por su carrera, la transición no fue fácil, aunque el gladiador del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) comenta que el luchador hace a la máscara y no al revés. 

El deportista tuvo que pedirle una oportunidad a Daniel López El Satánico durante sus primeros años como luchador. Tocar las puertas de la Arena México, la llamada Catedral de la Lucha Libre, no fue una tarea fácil, pero quizá desde ese momento hasta ahora, su segundo mayor reto en los encordados es vivir sin su segundo rostro.  

Durante un Homenaje a dos Leyendas, Ángel de Oro tuvo que ceder su tapa en uno de los capítulos más recordados por parte de los asistentes más asiduos al pancracio mexicano. En un combate de poder a poder, el ahora luchador sin máscara sucumbió al castigo de La Nueva Generación Dinamita. El ex integrante de Los Ángeles Rebeldes comenzó a vivir una segunda era en su carrera como deportista profesional. 

Nacido en Gómez Palacio, Durango, Ángel de Oro tuvo que enfrentarse a una nueva realidad: vivir sin su máscara. Tal como lo dijo durante una entrevista para Mediotiempo, aún no asimila no tener máscara. Y más complicado todavía porque la gente le solicita máscaras, lo cual no es fácil porque pasó 12 años con su segunda piel en los encordados. 

Sin embargo, un hecho que lo ayudó a continuar como gladiador del pancracio mexicano es pasar el trago amargo junto con Niebla Roja, con quien pudo obtener las cabelleras de Terrible y Bestia del Ring. "La máscara no hace al luchador, sino que el luchador hace a la máscara", comentó Ángel de Oro, quien aún tiene el dilema de saber si puede pertenecer por completo en el lado de los rudos, porque disfruta mucho el estar como técnico. 

El luchador mexicano explicó que ser rudo es algo natural por su temperamento, además de que le gusta pararse en el ring para callar bocas no a través de las palabras, sino con los hechos, aunque hay gente que lo apoya cuando está en su lado más técnico. Al final del día, el gladiador explica que llegó a probar este deporte por la inspiración que le propinó las figuras de Atlantis, Negro Casas y Dr. Wagner y sobre todo su padre, quien fue luchador por un corto tiempo pero se retiró de los cuadriláteros a temprana edad.